viernes, 3 de octubre de 2014

Susurros morbosos.




Durante varios años estuve saliendo con un chica, que además de ser un encanto, y con la que no discutí ni el día en que lo dejamos, era tan sexual y morbosa como yo.


Nos acostamos con una prostituta japonesa, nos follamos a una de sus amigas e hicimos cientos de juegos en todo tipo de lugares. Pero lo que recuerdo con más excitación es lo que te voy a contar:


Su madre era una divorciada, en aquel momento de cerca de 50 años, que había descubierto que quería disfrutar del sexo todo lo que no había disfrutado. A mi expareja, llamemosla Marta, le encantaba ponerme cachondo hablando de su madre, a veces pasábamos tardes masturbándonos e imaginando historias con ella. Pero no todo era imaginación, en ocasiones preparábamos situaciones que nos excitaban....Follar con la puerta de la habitación abierta esperando que llegara a casa, hacernos los dormidos totalmente desnudos en el sofá con su mano en mi polla llena de lefa. Al principio me parecía una pasada, exitante pero tal vez escediendonos en los limites en los que le podíamos molestar, pero eso era imposible, esta señora no se asustaba por nada, al contrario, era muy capaz de sacar la conversación en medio de una cena familiar, contando a todos cualquier cosa que había visto u oído.


Un día si y otro también, Marta me incitaba a que la entrara para follármela, pero más allá de eso es que también incitaba a su madre a follar conmigo.


Un día de verano, fuimos a pasar el día con ella a su casa de campo. Por la mañana nos fuimos a la playa...pero no a la más cercana, si no a una nudista. Marta y yo nos desnudamos, su madre se quedo con la braguita del bikini. No tardaron mucho en comenzar a hablar de sexo y la temperatura, que ya era alta, fue subiendo poco a poco. Marta comenzo con su estilo provocador a decirle todo tipo de cosas: “desde cuando no follas?”, me agarraba la polla y le decía “mira que polla tiene mi novio, no te gustaría probarla”...a ver, dicho así, suena a una situación caliente pero con cierta tensión...que va, nada de eso, todo esto era entre bromas y risas. Después de un rato ya más calmada la situación, nos fuimos al agua los 3....miedo me daba Marta, pero allí íbamos....Jugamos... “agarrame, subete, pasa por abajo, tirate”, y entre todo aquello, Marta no perdía un momento para dejar de tocarme la polla. “Y ahora vamos a pasar por debajo de sus piernas”, y claro que pasarón por debajo de mis piernas. Yo para ese momento lo único que quería era ponerlas a cuatro patas a las dos juntas....pero la verdad, una madre impone mucho, y yo no hacia nada, si no dejarme llevar.


La mañana de playa termino conmigo boca abajo y apartando arena para que mi polla tuviese espacio suficiente. Nos fuimos para casa a comer, yo diría que los 3 íbamos como el mismo sol que nos bronceo. Llegamos a casa y todo era cachondeo...desnudos por la casa nos fuimos a la ducha, no dimos 2 pasos para entrar en el bañó y con la puerta abierta, ya estaba de rodillas metiéndosela en la boca...”follame anda, no seas cabrón”...a veces soy muy obediente...le puse las manos en la pared y follamos un rato, hasta que la madre paso por delante y soltó una clamorosa frase “¿no vais a parar?!!!”. Lo que a mi me descolocaba es que allí se reían por todo, y como si estuviésemos jugando a tenis, la saqué y nos duchamos.


De la comida no recuerdo otra cosa que mi excitación se daba de bruces con un cierto acojono. Después de comer nos fuimos al salón, su madre religiosamente echaba una siesta en un sitio reservado de su sofá. Yo quería irme a la habitación, pero Marta insistió, “vamos a ver la tele”. Nos sentamos primero los 3 en el mismo sofá, “joder, que poco espacio”, pensé yo, la madre con los pies en un reposapies.....se durmió. Vaya, se ha dormido, sacatelá!!! y claro que me la saqué....comenzó a chupar, con su madre a 15 cm de mi codo hasta que mi leche lleno su boca....”ahora follame” “pero que dices loca”...”que me folles!!!”, nos pasamos al sofá que había justo enfrente y comenzamos a tocarnos y a desnudarnos...”quiero que me folles imaginando que te la follas a ella...mirala!!”. La puse a 4 patas sobre el sofá y primero por el coño, luego por el culo, disfruté de ella y de su madre.


Un año después, no estando ya con Marta, llamé a su madre y quedamos para follar, me confesó que aquel día lo había visto todo.






El Arcano.

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